Seguramente has visto este requisito en cientos de ofertas de empleo: “perfil con orientación al cliente”. Aunque puedas fácilmente imaginar que ello significa que desempeñarás un trabajo de cara al público, probablemente no sepas exactamente qué es lo que pretende el consultor recibir de ti cuando demanda cualidades de atención al cliente.
En líneas generales, la atención al cliente quiere decir el estar constantemente alerta sobre las expectativas y demandas de los clientes y brindarle respuestas y soluciones incluso antes de que las soliciten. Para lograr este objetivo general es fundamental satisfacer una serie de requisitos:
- Conocer en detalle todos los productos o servicios de la empresa, sus ventajas y cualidades; así como a la empresa misma y su filosofía.
- Escuchar con atención a los clientes.
- Tener empatía: saber ponerte en el lugar de los clientes y comprender y detectar sus necesidades.
- Analizar y relacionar esas necesidades con los productos, servicios y filosofía de la compañía para ofrecerles la mejor solución posible.
- Expresarte con fluidez y claridad para poder comunicarte con los clientes de manera sencilla y eficaz.
Estos requisitos se aplican igualmente para ofrecer los productos o servicios como para brindar soluciones pertinentes cuando ocurre cualquier tipo de incidencia con ellos. El rasgo más saliente de la atención al cliente y seguramente el primordial es la empatía. Ponerse en el lugar de la persona que no solicita atención es fundamental para encontrar la solución adecuada y especialmente para que el cliente se sienta tenido en cuenta y contenido por el equipo de profesionales.
Todos los productos o servicios pueden tener algún defecto o falla, por ello, es muy importante que los consumidores encuentren en el personal de la empresa personas diligentes dispuestas a brindarles la mejor solución posible. Demostrar a los clientes que nos ocupamos eficientemente de ellos es fundamentalmente lo que todo empleador busca en un empleado con ‘orientación al cliente’.
