¿Te imaginas cobrar por dormir? Sería fantástico, ¿no? Pues para algunos, es posible. Se trata de los probadores de camas de lujo, técnicamente llamados ‘beta testers’. Su función es sencilla: dormir en diferentes colchones y camas para después analizar su comodidad, calidad y otras características.
El único requisito será que seas capaz de dormirte en medio de una tienda y en horario de día, seguramente. Además, está bastante bien pagado. En el caso de Roisin Madigan, una probadora profesional británica, su salario supera las 1.000 libras al mes.
Seguro que esta tarea no es estresante, sino todo lo contrario. ¿Podríamos considerar que probar camas de lujo es el mejor trabajo del mundo? Para muchos, sin duda lo es.
