Chile es, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) el tercer mejor país del mundo para vivir, sólo superado por Australia y Canadá, y muy por encima de países como Alemania, Suecia o Noruega. Tiene unos índices de criminalidad muy bajos y un nivel de vida elevado. Además, es una de las economías fuertes del continente americano. Su PIB está en crecimiento, mientras genera empleo, cae la desocupación y la inflación se desploma. Además tiene un índice de movilidad laboral alto que hace que haya en el mercado ofertas de trabajo.
Si estás pensando en irte a buscar trabajo en el extranjero y no dominas el inglés a la perfección como para escoger países como Canadá, Australia o el Reino Unido, Chile puede ser una buena opción a sopesar. Aún así, también debes tener en cuenta que cada vez más las empresas chilenas exigen a los candidatos que tengan un buen nivel de inglés. Los perfiles profesionales más demandados pasan por los ingenieros -sobre todo los vinculados al mundo de la construcción-, la mecánica, las telecomunicaciones y la electrónica; los profesionales sanitarios, como médicos y enfermeros, o los perfiles profesionales vinculados al marketing, las ventas y el mundo de las finanzas.
Para ir a trabajar a Chile es necesario contar con un visado para tal fin. Existen de dos tipos. El primero es el que está sujeto a un contrato de trabajo. Tiene una duración máxima de dos años y es para aquellos extranjeros que tienen un contrato con una empresa con residencia en Chile. Para aquél que todavía no tiene un contrato, existe el de residencia temporal. Se trata de un visado para quien viaja a Chile sin trabajo pero lo va a buscar mientras esté allí. Tiene una duración de un año.
Si cuentas con un título universitario, también te interesará poder legalizar el título español en Chile. Para ello necesitarás acudir al Ministerio de Educación chileno. En algunos casos, además, tendrás que homologarlo con un título chileno, por ejemplo si eres profesional sanitario o docente. En este caso, la Universidad de Chile es la encargada de hacerlo.
