Cómo aprovechar al máximo las prácticas laborales

Publicación
25 de febrero de 2021
Lectura: 6 minutos
Prácticas

Realizar unas prácticas laborales requiere una buena cantidad de trabajo duro y planificación. Si estás en esta posición, tómate tu tiempo para celebrar el éxito. Los meses venideros están llenos de oportunidades.

Además de las habilidades blandas y duras que aprenderás en el trabajo, existe la posibilidad de que recibas una oferta de trabajo. De hecho, una encuesta reciente encontró que el 43,5% de los jóvenes en prácticas recibieron una oferta de trabajo al final de las mismas. A continuación, encontrarás pautas sobre cómo aprovechar al máximo tus prácticas laborales y dejar una gran impresión.

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Aprender y crecer desde las prácticas laborales

Las prácticas laborales consisten en ganar experiencia y contactos que te ayudarán en tus futuras metas profesionales. Aquí hay 10 pasos que debes seguir para obtener todo lo que puedas de tus prácticas:

1. Establece objetivos claros para las prácticas laborales

En cualquier trabajo, es fundamental saber qué se espera de ti y las prácticas no serán diferentes. Al establecer objetivos específicos con tu empleador, obtendrás estructura y significado de tus prácticas y, al mismo tiempo, evitarás frustraciones o conflictos innecesarios.

A continuación, se muestran algunos ejemplos de metas y expectativas que quizás desees analizar:

  • Las habilidades específicas en las que deseas trabajar.
  • Las áreas o proyectos específicos con los que tu empleador necesita ayuda.
  • Cómo buscarás orientación o harás preguntas cuando sea necesario.
  • Dónde encontrar recursos y respuestas por tu cuenta cuando sea posible.
  • Cómo tu empleador enviará comentarios sobre tu desempeño.
  • Cómo comunicarse sobre retrasos o ajustar los plazos en una tarea si es necesario.

2. Sigue siempre hacia delante

Siempre que se te asigne o aceptes completar una tarea hazlo. Si crees que no puede cumplir tus promesas, comunícaselo a tu supervisor. Explica por qué y cuáles serán tus próximos pasos. Aprender a priorizar y delegar responsabilidades compartidas puede ayudar a evitar situaciones en las que puedas cumplir con las expectativas.

Con el tiempo, al completar con éxito tus tareas asignadas y aceptadas, obtendrás una reputación constante de ser confiable.

3. Reconoce tus errores y dales solución

Durante las prácticas laborales, puedes cometer errores, y está bien. Errar forma parte de la curva de aprendizaje. La clave es aceptar la responsabilidad cuando las cosas no salen según lo planeado. Asumir el control y articular las posibles soluciones dará como resultado una resolución más rápida y permitirá que otros te vean como un líder.

4. Haz nuevos contactos

Tus prácticas son una valiosa oportunidad para comenzar a establecer contactos. Después de todo, las personas que conozcas en este entorno podrían convertirse en amigos, contactos profesionales y posibles mentores en los años venideros.

Iniciar una conversación con extraños no es fácil para todos, pero existen sencillos ejercicios para romper el hielo que pueden ayudarte a dar el primer paso. Una buena manera de lograrlo es siguiendo los siguientes ejemplos:

  • ¿Hiciste prácticas cuando comenzaste tu carrera profesional? ¿Cuál fue una de las cosas más importantes que aprendiste?
  • ¿Qué es lo que considerabas importante entonces y ahora lo ves desde otro punto de vista?
  • ¿Cuál es el mejor consejo que te han dado, o desearías que te hubieran dicho, al comenzar tu andadura profesional?
  • ¿Qué habilidades crees que serán las más relevantes en este campo durante la próxima década?

5. Identificar un mentor

Un mentor es alguien que puede guiarte a través de las prácticas laborales y ser un puente hacia redes profesionales y oportunidades de aprendizaje. No te brindarán una hoja de ruta completa hacia el éxito, sino que pueden servir como una fuente confiable de comentarios e información.

En algunos entornos de prácticas, es posible que se te asigne un mentor. En otros, es posible que debas identificar uno por ti mismo. En estos casos, es más fácil pedirle a alguien que sea tu mentor con las líneas: “Estoy ansioso por aprender tanto como sea posible en el transcurso de las prácticas. Tu aportación sería muy apreciada. ¿Podrías hacer de mi mentor durante este tiempo?”

Querrás seleccionar a alguien a quien admires y que tenga las habilidades y los rasgos que deseas desarrollar. Tal vez haya alguien con un puesto de trabajo que te gustaría tener algún día. Si aceptan, puede programar reuniones breves y periódicas con ellos para ponerte al día y hacer preguntas. Nota: Ser un mentor requiere su tiempo y esfuerzo, así que si se niega, acéptalo con gracia. Puedes considerar preguntar si tienen recomendaciones para otro mentor.

6. Practica colaborar con otros

Una habilidad vital que te servirá en cualquier profesión, colaborar bien significa definir expectativas, escuchar activamente y comunicarse con claridad. Durante este periodo de iniciación en el mercado laboral, busca oportunidades para practicar la colaboración. A continuación, se muestran algunos ejemplos de cómo hacerlo:

  • Ya sea que trabajes solo o en grupo, define los requisitos del proyecto. ¿Necesitarás información o ayuda de alguien más? Determinarlo por adelantado y notificarlo a los demás lo antes posible facilitará la obtención de los recursos que necesitas.
  • Cuando celebres una reunión, prepárate compartiendo una agenda. Si asistes a una reunión sin una agenda, habla con el organizador con anticipación y pregunta si hay algo que puedas hacer para prepararte.
  • Respeta el tiempo de todos al comenzar y finalizar la reunión según lo programado.

7. Busca oportunidades de crecimiento

Tus primeros días y semanas pueden incluir sesiones de incorporación y capacitación. Aprovecha el tiempo de formación para hacer preguntas y aprender nuevas habilidades. Si no hay ningún entrenamiento formal, busca nuevas fuentes de información por tu cuenta. Esta es una oportunidad única para comprender cómo funciona una organización por dentro y por fuera. Para sacar el máximo partido a tus prácticas laborales, acércate a cada hora de la jornada laboral con energía y curiosidad.

8. Ten un diario en el que registrar tu experiencia

Durante el transcurso de las prácticas laborales, convierte en un hábito el hecho de escribir en un diario para que puedas recordar ideas, aprendizajes y logros.

Querrás realizar un seguimiento de los detalles de tus logros, especialmente las métricas y los números que pueden hacer que tu éxito sea tangible. Ya sea diaria o semanalmente, estas notas serán especialmente útiles cuando actualices el currículum después de las prácticas o le pidas a tu empleador que sea una referencia profesional.

9. Construye una perspectiva positiva en todo

Durante las prácticas, aprenderás muchas habilidades nuevas, navegarás en una nueva jerarquía y se extenderá en todas las formas que fomentan el crecimiento personal y profesional. Es probable que cada uno de estos resulte en estrés y dudas en un momento u otro.

Para contrarrestar esa incertidumbre, identifica formas de desarrollar un pensamiento positivo. Si estás escribiendo en un diario, documenta tanto los altos como los bajos. Practica la gratitud señalando las razones detrás de los buenos resultados. Se amable contigo mismo cuando las cosas no salgan según lo planeado y encuentra formas significativas de recompensarte por el trabajo bien hecho.

Esta positividad puede tener un efecto profundo tanto en tu salud física como mental. De hecho, los investigadores han observado que el optimismo puede conducir a tasas más bajas de depresión, mayor resistencia al resfriado común y mejor salud cardiovascular.

10. No pierdas el contacto

No todas las prácticas laborales resultarán en una oferta de trabajo de inmediato. Si la empresa y el trabajo que has realizado son de tu interés, es una buena práctica mantenerse en contacto para que cuando se presente una oportunidad, se acuerden de ti.

Cuando finalices tu periodo de prácticas, envía notas de agradecimiento o correos electrónicos personalizados a las personas con las que hayas trabajado. Menciona proyectos en los que habéis trabajado juntos, expresa tu gratitud por cualquier orientación que te hayan brindado y facilítales tus datos de contacto.

Es posible que desees enviar actualizaciones periódicas a las personas con las que has trabajado mano a mano. Por ejemplo, si estás trabajando en un proyecto escolar o personal relacionado con tus prácticas laborales, puedes enviar una nota con los detalles. También puedes invitar a tus antiguos compañeros a tomar un café. Esta es una excelente manera de compartir tus ambiciones, aprender cómo les va y hacer preguntas.

Si descubres un nuevo trabajo en la empresa de tu interés, comunícate con tus contactos antes de presentar la solicitud. Es posible que puedan recomendarte o brindarte información para ayudarte a adaptar tu solicitud.

Y tú, ¿has hecho alguna vez prácticas laborales?

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