Preparar una entrevista de trabajo es fundamental para mostrar confianza y seguridad al conversar con tu interlocutor. Por eso, de la misma manera que existen algunas frases que gusta a escuchar a tus reclutadores, también hay expresiones a evitar, pues te harán un flaco favor.
Tal vez una sola expresión no pueda arruinar tu entrevista, pero, sin dudas, utilizar alguna de estas no te sumará puntos:
- “Algo así”/ “Más o menos”. No brindes respuestas dubitativas que no dejen claro si algo es afirmativo o negativo. Si tienes experiencia en el puesto responde “Sí” y brinda ejemplos; si no la tienes, explica que no has tenido la oportunidad, pero que te encantaría poder demostrar todo lo que conoces o puedes hacer en ese aspecto.
- “Exactamente”. Evita las respuestas cerradas de una sola palabra. Si quieres realizar una aseveración firme, completa tu expresión con ejemplos que demuestren lo que afirmas. Preocúpate siempre por usar frases completas que hagan tus respuestas memorables. Incluso ante la pregunta ¿Puedes comenzar mañana? Responde subrayando tu interés: “Por supuesto, ¡Me encantará formar parte de este equipo!”
- “Odio”. Es una de las reglas básicas: nunca hables negativamente sobre anteriores puestos, empresas o empleadores. Un entrevistador no conoce la verdad sobre lo que te ocurrió con anterioridad y siempre le preocupará que puedas hablar del mismo modo de su empresa.
- “Cualquiera”. Evita las respuestas muy amplias. Si te preguntan en qué clase de puesto te gustaría trabajar, no digas en “cualquiera” o en “cualquier” empresa. En cambio demuestra interés sincero en un área o lugar específico y explica el por qué.
- “No”. Mantente siempre positivo durante la entrevista y responde afirmativamente y con entusiasmo ante la propuesta: “¿Quieres hacer alguna pregunta?”. Es importante que el entrevistador vea en ti a un candidato entusiasta, optimista y con muchos deseos de formar parte de su empresa.
Si bien lo más importante será siempre tu actitud y respuesta global, hay palabras y expresiones a evitar ya que automáticamente predisponen de mala manera a los entrevistadores porque son síntomas de duda, inseguridad, negatividad o inestabilidad. Proponte responder de modo optimista y demuestra a tu entrevistador que eres su candidato ideal.
