Ellen DeGeneres, honestidad a prueba de caídas

Ellen DeGeneres inició su carrera humorística a la edad de 23 años con presentaciones en bares y cafés de su Luisiana natal (E.E.U.U.), en donde ganó el concurso local “Showtime” recibiendo el premio a la persona más divertida del estado y comenzó a recorrer todo el país con sus presentaciones hasta ganar el mismo premio a nivel nacional.

Equipada con este increíble sentido de humor, la joven comediante fue conquistando a la audiencia norteamericana hasta protagonizar su propia sitcom, Ellen. Y aunque había logrado hacerse de un buen nombre y reconocimiento en la pantalla chica, cuando en 1997, a la edad de 39 años, DeGeneres decidió sacar a la luz su homosexualidad -tanto en la ficción como en la vida real-, el mundo del espectáculo le demostró no estar bien preparado para recibir la noticia.

“Abraza a quien eres. Literalmente. Abrázate y acéptate cómo eres”, nos decía Ellen también con sus propias acciones, que animaban a sus seguidores a practicar la honestidad a pesar de las críticas o los obstáculos.

A partir de aquella revelación televisiva, una etapa difícil se iniciaría para la carrera profesional de la actriz y comediante. El rating de la serie comenzó a decaer y la cadena ABC empezó a ser presionada con críticas por el contenido gay exhibido, hasta que finalmente la comedia fue retirada de la programación.

“Son nuestros retos y obstáculos los que nos dan experiencia y nos hacen interesantes. ¿Son divertidos cuando suceden? No. Pero ellos son los que nos hacen únicos”, supo expresar en cierta oportunidad la presentadora, demostrando su capacidad para valorar, aprender y recuperarse de sus propias caídas.

El teléfono de la actriz dejó de sonar para recibir propuestas laborales durante varios años y una etapa profesional muy difícil siguió en adelante para Ellen. “Es el fracaso lo que te da la perspectiva adecuada del éxito”, declaró en otra ocasión la presentadora, quien logró con esfuerzo superar aquellos largos años en que las puertas del mundo del espectáculo le fueron cerradas.

Pero la apuesta de Ellen siempre fue muy clara y contundente: “La verdadera belleza se encuentra en cómo eres como persona. Tus principios, tu moral” y esta sinceridad también sería con el tiempo recompensada.

En el año 2001, DeGeneres retornó a la pantalla de TV con una serie que tuvo poco éxito pero cuya buena crítica ya anunciaba la excelente cosecha por venir. Su cordialidad y talento la convirtieron rápidamente en la anfitriona preferida de todas las galas, siendo la primera persona en presentar los tres premios más destacados: los Emmy, los Grammy y los Óscar.

Finalmente, en el año 2003, su retorno triunfal a la pantalla quedaría definitivamente inaugurado con la presentación de su programa matutino The Ellen DeGeneres Show. Un espectáculo televisivo que fue nominado para 11 premios Daytime Emmy en su primera temporada, de los que ganó cuatro, incluido el de mejor talk show.

Este año, la revista Forbes la volvió a incluir dentro de las primeras 15 celebridades mejor pagadas y entre las 50 mujeres más poderosas del mundo. Espacios que la diva de la pantalla chica estadounidense se ha ganado siendo siempre fiel a si misma y con una sinceridad a prueba de caídas.