Adaptaciones para trabajar con una discapacidad

Publicación
03 de enero de 2024
Lectura: 4 minutos
Adaptaciones en el lugar de trabajo

En algunas situaciones, es posible que necesites cambios o apoyo en el trabajo para eliminar las barreras que te impiden dar lo mejor de ti mismo. Estos cambios se llaman adaptaciones en el lugar de trabajo.

Hay muchas razones por las que es posible que necesites hablar con un empleador sobre adaptaciones en el lugar de trabajo. Por ejemplo, es posible que hayas desarrollado recientemente una discapacidad o quizás haya cambiado la forma en que tu discapacidad te afecta. Es posible que estés comenzando un nuevo trabajo o que recientemente hayas revelado tu discapacidad a tu empleador.

Las adaptaciones en el lugar de trabajo pueden adoptar muchas formas, como diferentes horarios de trabajo o un teclado de ordenador con teclas grandes.

Depende de ti y de tu empleador trabajar juntos y decidir cómo satisfacer mejor tus necesidades. Pero es una buena idea planificar de modo que:

  • Comprendas lo que tu empleador debe hacer y lo que no tiene que hacer.
  • Sepa qué te ayudará más, dónde o cómo conseguirlo y si hay fondos para ayudar a cubrir el coste.

Deber de acomodar

Según las normativas, los empleadores tienen el deber de adaptarse. Esto significa que deben hacer todos los esfuerzos razonables para satisfacer tus necesidades como persona que vive con una discapacidad, para que puedas realizar tu trabajo y tener un buen desempeño en él.

Por ejemplo, es posible que necesites una rampa para sillas de ruedas o un horario de trabajo flexible para poder acudir a las citas médicas.

No es necesario realizar una adaptación si tu empleador puede demostrar que:

  • Le costará demasiado dinero a la empresa y no lo puede asumir.
  • No existe una fuente externa de financiación para ayudar a pagar las adaptaciones en el lugar de trabajo, como un programa gubernamental.
  • Es probable que las modificaciones causen riesgos para la salud y la seguridad.

Además, los empleadores no tienen que contratar a una persona que vive con una discapacidad y que no está preparada o no tiene las habilidades necesarias para realizar el trabajo. Aunque, afortunadamente, cada vez son más las empresas que apuestan por la inclusión y la diversidad.

De todos modos, es tu elección informar a tu empleador sobre tu discapacidad. Pero recuerda, solo pueden adaptarse a tu discapacidad si lo saben. Por ejemplo, si solicitas un tipo diferente de silla de oficina, tu empleador debe comprender cómo te ayudará eso con tu discapacidad.

Tipos de ayuda que puedes obtener

El acondicionamiento hecho para ti se adaptará a tus necesidades individuales. Lo que funciona para ti puede no funcionar para otra persona con la misma discapacidad. Algunas personas piensan que el acondicionamiento costará mucho dinero, pero normalmente ese no es el caso. Muchos cambios, como permitirte tomar descansos breves o cambiar de tarea con un compañero de trabajo, no le cuestan nada a tu empleador.

Hay muchas maneras de satisfacer tus necesidades, como por ejemplo:

  • Cambios en las horas de trabajo (por ejemplo, tiempo parcial, horario flexible o trabajo desde casa)
  • Tecnologías adaptativas: por ejemplo, software especial o cambios en tu espacio de trabajo
  • Aparcamiento accesible
  • Pasamanos, rampas o puertas más anchas
  • Un intérprete de lengua de signos
  • Enseñarte nuevas habilidades
  • Ofrecerte diferentes tipos de trabajo

Haz tu investigación. Siempre debes tener una buena comprensión de qué adaptaciones en el lugar de trabajo realmente necesitas, cuáles simplemente deseas y cuánto podrían costar.

A menudo, los cambios que se realizan en el trabajo facilitan las cosas para todos; piensa en las puertas automáticas, por ejemplo. Y si tus necesidades cambian con el tiempo, o si surgen nuevas soluciones, podrás solicitar un acondicionamiento diferente.

Las cosas están cambiando en el lugar de trabajo

El mundo laboral siempre está cambiando. Cuando cosas que solían ser raras en el trabajo se vuelven normales, se denominan tendencias en el lugar de trabajo. Por ejemplo, los confinamientos por la COVID-19 provocaron que más personas trabajaran desde casa. La gente se acostumbró a trabajar en equipos virtuales: empleados trabajando juntos en línea, desde diferentes ubicaciones. El trabajo remoto, el trabajo compartido o los horarios de trabajo flexibles pueden ser justo lo que necesitas para adaptarse a tu discapacidad.

Las tendencias en el lugar de trabajo, como las sillas ergonómicas con altura y reposabrazos ajustables, pueden ser de gran ayuda para las personas con discapacidad. Las nuevas tecnologías que la mayoría de la gente utiliza actualmente en el trabajo, como un teléfono inteligente, se pueden adaptar para satisfacer necesidades especiales. Por ejemplo, las personas sordas o con problemas de audición pueden utilizar un programa en su teléfono inteligente para que la pantalla del teléfono muestre lo que dice la gente.

Cómo hablar con tu empleador

Cuando hables con tu empleador sobre tu discapacidad, considera estas sugerencias:

  • Sé abierto, honesto y claro. Habla sobre lo que necesitas y por qué te ayudará. Coopera para que tu empleador comprenda por qué las adaptaciones en el lugar de trabajo serán buena para ti y para la empresa.
  • Saber lo que necesitas y ofrecer soluciones.
  • Si la adaptación costará dinero, existen programas, como líneas de financiación públicas, que ayudarán a cubrir el coste.
  • Comprende y trabaja con las necesidades y sugerencias de tu empleador. Si tu silla de ruedas es demasiado grande para caber debajo de tu escritorio, es razonable solicitar un escritorio nuevo. Pero tu empleador podría sugerirte que tu escritorio sea más alto o que te traslades a otra oficina. Trabajad juntos para encontrar el cambio que sea bueno para ambos.
  • Si puedes, ofrécete a encargarte de tu propio acondicionamiento. Digamos que estás solicitando un trabajo. Si puedes traer el equipo que necesitas para desempeñarte bien en el trabajo, es menos probable que el empleador piense que podría haber razones para no contratarte.

Qué hacer si tu empleador dice que no

Si su empleador no acepta las adaptaciones en el lugar de trabajo, aunque hayas hecho todo lo posible para ayudarlo a comprender lo que necesitas y trabajar juntos en una solución, tienes varias opciones:

  • Asciende en la cadena y habla con el supervisor de tu empleador o con Recursos Humanos.
  • Si perteneces a un sindicato, habla con tu representante sindical.
  • Presentar una queja ante la Inspección de Trabajo.

Trabajar en equipo para encontrar el éxito

Los empleadores necesitan personas que sepan cómo resolver un problema, quieran trabajar duro y se sientan bien con su trabajo. Sé claro sobre lo que necesitas, ofrece soluciones y habla sobre cómo hacer un cambio o encontrar un apoyo te ayudará a desempeñarte bien con las adaptaciones en el lugar de trabajo. Si cooperáis, podréis encontrar el acondicionamiento que sea mejor para ambos y para ayudarte con tu discapacidad.

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