El flexiworking consiste en la flexibilidad laboral, sí, pero no se limita tan sólo a la flexibilidad de horarios que se aplica en las grandes empresas de nuestro país o la posibilidad de trabajar los fines de semana para después descansar entre semana. No. El flexiworking, bien entendido, es una filosofía completamente diferente. Da un paso gigantesco para facilitar la vida y el trabajo a los empleados, hacerlos más felices y, sobre todo, más productivos.
¿Cómo? En el flexiworking son los trabajadores los que organizan su tiempo, optimizando qué tiempo dedican al trabajo y cuál a la vida personal. Son ellos los que deciden su horario y pueden modificarlo si tienen algunos compromisos personales que atender. Se facilita el trabajo a distancia y lo más importante es la productividad y los resultados, no el tiempo invertido en el trabajo. Vamos a ver algunas de sus principales características.
- No hay horarios fijos. Nadie controla la presencia física de los trabajadores. En el flexiworking, lo más importante es el cumplimiento de los objetivos dentro de los plazos establecidos. Cada trabajador es libre de decidir el horario, siempre y que cumpla con esos objetivos y los compromisos con terceros.
- La responsabilidad del trabajador, la base. El flexiworking se basa en el hecho que el trabajador es y debe ser responsable de su trabajo y sus resultados. No necesita que nadie le diga qué hacer y cuándo hacerlo. Los directivos tienen que depositar la confianza en el trabajador.
- Lo importante no es el lugar. Con el flexiworking también se facilita el trabajo a distancia. No hace falta estar en la oficina, a no ser que se tenga una reunió Para ello se facilitan las herramientas digitales necesarias para el trabajo colaborativo.
- La productividad es lo más importante. En el flexiworking, lo que prima es que se consigan los resultados deseados, no el tiempo que se pase trabajando. Es el trabajador quien puede decidir en qué horario y con qué inversión de tiempo los consigue.
En definitiva, el flexiworking apuesta por flexibilizar los horarios para mejorar la conciliación laboral con la personal. En España existen ya empresas que apuestan por este modelo, aunque aún son pocas y tenemos por delante un gran reto en este sentido.
