La Puerta del Sol en Madrid, las Ramblas en Barcelona, Trafalgar Square en Londres, el Puente de Carlos en Praga o la Piazza della Signoria en Florencia tienen una cosa en común: además de ser lugares emblemáticos y turísticos de sus ciudades, aglutinan estatuas humanas. Se trata de artistas que ataviados con divertidos o espectaculares trajes ofrecen un pequeño espectáculo a los transeúntes, bien por lucir una vestimenta elaborada o bien por sus movimientos (o por la falta de ellos). Los turistas y curiosos pueden hacerse una foto a cambio de unas pocas monedas, que muchas veces activan a la estatua y ofrece una breve actuación.
Hay muchas personas que deciden hacer de esa actividad su trabajo, algunos como actividad principal y otros como trabajo complementario a su empleo regular.
En Estados Unidos esta actividad también está muy extendida. Y, además, en ese país, también existen estatuas humanas que se dedican a estar en los escaparates de tiendas y grandes superficies, inmóviles y con los productos que deben promocionar. Según los expertos, estas personas pueden llegar a ganar 100 dólares cada hora.
