Es probable que más de uno y de dos se encuentren disfrutando estos días de unas más que merecidas vacaciones navideñas. Una época ideal para compartir con nuestros seres queridos y desconectar del trabajo y del día a día… o no, porque a algunos les cuesta aparcar temporalmente sus quehaceres y no consiguen dedicarse al 100% a descansar y al divertirse. Algunos incluso siguen consultando el teléfono o el mail del trabajo durante las vacaciones. ¿Eres tú uno de ellos? Hemos salido a la calle para descubrir hasta dónde llega la adicción al trabajo de la gente y quiénes sí que logran disfrutar a tope de su tiempo libre.
Eva Benítez, 38 años, hostelera
“Al ser autónomos y dedicarnos a la hostelería, un sector que nunca para, es complicado desconectar en vacaciones. Y yo, que me ocupo más de la cocina, todavía lo consigo, pero mi marido, que es el gerente y se ocupa de la gestión, los proveedores, los empleados, la facturación, etc. no hay forma de que descanse del todo. Está pendiente todo el tiempo del móvil y del correo electrónico. De todas formas, intentamos desconectar por salud mental y por nuestros hijos, que también se merecen pasar tiempo libre con sus padres.”
Alberto Martín, 37 años, fotógrafo
“Lo cierto es que al ser autónomo no puedo planificar demasiado las vacaciones. Cuando tengo dos días libres pues aprovecho para irme fuera, aunque no puedo desconectar demasiado y debo seguir pendiente del móvil y del correo electrónico. Debo estar pendiente sobre todo de si surge alguna sesión de fotos para cubrirla o, en su defecto, derivarla, porque no puedo permitirme el lujo de perder ningún cliente.”
Cati Carranza, 38 años, cartera
“Intento desconectar al máximo del trabajo y no acordarme de nada durante mis vacaciones. Tengo alguna noción de lo que sucede en el trabajo durante mi ausencia, porque los compañeros tenemos un chat de WhatsApp, pero allí normalmente hablamos de cosas más personales y si se trata algún tema laboral hago caso relativamente. Las vacaciones son para descansar y coger fuerzas para la vuelta.”
Juan Manuel García , 42 años, operario
“Consigo desconectar al máximo durante mis vacaciones. No consulto el mail ni el teléfono para disfrutar al 100% de ellas. La empresa tampoco me exige estar pendiente del trabajo durante mi ausencia y eso también contribuye.”
