El temor al fracaso laboral es uno de los principales motivos por los que la gente no se atreve a hacer lo que realmente desea. Mucho se ha dicho ya sobre que los tropiezos no son una caída y sobre la importancia de aprender de nuestros errores y pasos dados en falso. Aún así, todavía tenemos miedo a equivocarnos y por ello muchas veces perdemos la oportunidad de aprender lecciones fundamentales:
- Correr el riesgo: “El que no arriesga, no gana”, las mayores verdades son tan simples como esta. Es tan fácil entender que quienes han logrado grandes metas en sus vidas se han enfrentado también a la posibilidad de algún gran fracaso laboral, como darnos cuenta de que nuestras oportunidades de alcanzar importantes logros sin realizar esfuerzos ni arriesgarnos a equivocarnos son prácticamente nulas.
- El aprendizaje: la experiencia es la mejor maestra y el fracaso laboral una de sus principales lecciones. ¿De qué otra manera podrías avanzar más eficazmente? El error te permite reconocer qué has hecho mal, qué has hecho bien y, principalmente, qué hacer para mejorarlo.
- Date libertad para fracasar: si eres demasiado cauteloso no te permitirás correr el riesgo ni te darás la oportunidad de aprender de tus errores. Recuerda, que para conseguirlo, primero hay que intentarlo!
- Aprovecha el temor a equivocarte en tu favor: siempre que el miedo no te paralice, el instinto natural a sospechar y ser precavido puede serte de gran ayuda para que cada intento sea mucho mejor que el anterior. Utiliza tus temores en tu favor para aceptar los riesgos y dar lo mejor de ti.
- Agradece la oportunidad de equivocarte: el precio pagado por nuestros errores a veces puede parecer muy alto. Sin embargo, con la perspectiva del tiempo podrás reconocer lo afortunado que has sido al haber tenido la posibilidad de equivocarte y aprender de tus propios fallos. No olvides que el camino que conduce a los grandes descubrimientos está hecho de más errores que aciertos.
